¿LE TEMES A LA OSCURIDAD? III



¿LE TEMES A LA OSCURIDAD? III

Fecha de lanzamiento 15 de octubre 2023

Tercer libro de la colección de terror y horror. Libros de antología con la participación de diversos autores de toda Hispanoamérica.

Un libro que continua la temática de los dos primeros volúmenes. Publicado por la editorial Escritores Noveles.

¡YA NO MÁS FANTASMAS!

Por: Samuel Aldaz (fragmento del tomo 2)

Al llegar a casa, Henry deja su maleta luego de un día cansado de trabajo y, rápidamente, sin cenar, se dirige a su habitación. Ya en su cuarto se desviste, se acuesta en la cama rechinante y espera a que el sueño se apodere de él. Siente la soledad de su vida como un peso, como un ser que se encuentra junto a él, tendido en la cama, mirándolo con desprecio. Mientras observa el techo, sus ojos poco a poco empiezan a cerrarse. Pero entonces sucede lo que él esperaba; lo de siempre, algo a lo que ya está acostumbrado. Empieza a oír esos ruidos extraños que todas las noches lo molestan, provenientes de su sótano. No expresa sorpresa, tan solo oye esos sonidos respirando lenta y apaciblemente. Piensa que es su imaginación pues son sonidos leves, pero constantes; parecen fierros chocando y golpes entre los extraños objetos que en el sótano se encuentran.

Nunca supo exactamente qué era, ni se atrevía a averiguarlo; el sótano era uno de los lugares del que más rehuía. Jamás había bajado desde que se mudó allí, y no tenía necesidad pues sus pertenencias eran las necesarias y no requería de más sitios dónde guardarlas; además, la afable anciana que le vendió la vivienda le había dicho que ese sótano se encontraba dominado por la maldad del tiempo: moho y polvo. Pero esos ruidos comenzaron desde el día en que dejó de soñar, y esta noche no fue la excepción.

Suspira para que su imaginación deje de jugar con su mente, pero el ruido continúa con mayor ímpetu; un choque de varillas en su interior, y pasos, pasos como los de un animal que se mueve por todos lados; eso le hizo recordar el cuento de Dickens: Los Fantasmas de Scrooge, un maravilloso relato sobre espíritus y reflexiones. Cavila si tal vez se trata de algo parecido; quizá ha perdido el espíritu, pero no de la navidad, sino de la vida y por eso aquel endemoniado ente viene cada noche a fastidiarlo. Si es así, ¿por qué no sube? «Quizá porque se perdió entre todo el polvo y moho de ese lugar», piensa Henry. Pero el sonido sigue, y en su mente la imagen de las cadenas de la vida sosteniendo el peso de los pecados del hombre aparece fulminante. Por un instante odió a Dickens y su jodido cuento de fantasmas. «Aquí no hay fantasmas… no los hay» murmura en la oscuridad de su cuarto.

CRÓNICAS DE LA MUERTE

(Fragmento del tomo 3)

Papel y pluma en mi siniestra. Desde mi santuario e inamovible guarida, entregaré la más reciente y trágica historia de un par de ingenuos que quisieron preguntar por mí un día. En un tono que para nada me agradó, burlesco y altanero, se mofaron de mí en todas las maneras posibles. Queriendo explicar lo que no podrían jamás comprender ni en un millón de vidas, se lanzaron en busca de quien he sido, pero nunca estuvieron preparados para ver quién soy. Nadie puede encontrarme, a menos que yo así lo quiera. Así que decidí divertirme con ellos y mover los hilos de su existencia de la manera más insospechada, para que nos reuniéramos un día, los tres, cara a cara, para poder enseñarles a esos insolentes que yo no puedo ser burlada. Escribo sus lacónicos pensamientos y miedos más profundos en esta última semana de sus vidas. Espero que tú, quienquiera que seas, sepas quién soy sin necesidad de preguntar por mí. Algún día, de manera inevitable, finalmente estarás a mi lado.

«Y aquí estoy, siendo arrastrado por fuerzas que no puedo siquiera concebir en mi mente finita. Atado de alguna manera en mis dos brazos y arrastrando mis pies por el desmayo de todo mi cuerpo al estar en la presencia de lo innombrable. Escucho de igual manera las pesadas cadenas que arrastran detrás de mí y el fétido y putrefacto olor de entidades indescriptibles que se asoman eventualmente en el camino fangoso por el que me llevan contra mi voluntad.

Figuras amorfas y repulsivas se revuelven en el suelo, pero lo más imposible de soportar, lo que es realmente intolerable, son los alaridos desgarradores de otros entes que no puedo distinguir en la distante oscuridad de este lúgubre valle. Todo el lugar está lleno de despojos, como si fieras profundas del pantano emergieran y desgarraran a los pobres infelices que se aventuran a transitar por este lugar.

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